lunes, 12 de diciembre de 2011

Mexicana de Aviación, la solución sigue en el aire.

Faltan solo quince días para que termine la prorroga  que  se otorgo en el concurso mercantil de esta empresa, según La secretaria general de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), Lizette Clavel, afirmó que existen avances suficientes para que haya una resolución favorable para la aerolínea Mexicana de Aviación.  Sin  embargo no  existe ninguna propuesta  firma de ningún  grupo para rescatar esta  Aerolínea. Supuestamente, el grupo Altus Prot, que encabeza Francisco Lanz Duret Carreño, habría logrado un acuerdo con el administrador y conciliador del Concurso Mercantil de Mexicana de Aviación, Gerardo Badín, para que el monto de capitalización inicial de la aerolínea sea de 200 millones de dólares y no de 250 millones dólares como exige el proyecto de despegue que integró Arturo Barahona y al que le han hecho una cirugía importante. Se trata de reparar la difícil situación financiera de una empresa privada, cuyo proceso de Concurso Mercantil y el arreglo con acreedores está sujeto a las reglas, tiempos y requisitos que establece la Ley de Concursos Mercantiles, y será el juez Felipe Consuelo, nadie más, quien resuelva si existe capacidad para reestructurar a la empresa o se va a la quiebra.   El sindicato de Mexicana ha aceptado reducir sus liquidaciones hasta en un 15%  para tratar de rescatar la empresa.  El gobierno mexicano sigue en su postura de no  rescatar la  aerolínea argumentando que  seria injusto para las empresas que llevaron una buena administración.  Hasta el momento ni  la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, ni la  Secretaria del Trabajo y Previsión Social, no tienen prueba documental alguna de algún ofrecimiento, serio y tangible por lo que los próximos  quince días serán importantísimos para saber si se rescata esta empresa o se declara en quiebra. La presión sindical está provocando que antes de tomar una decisión, sea cual sea, se cuenten con las pruebas documentales, para que no ocurra lo que ya paso que el inversionista en realidad no contaba con los recursos suficientes para el  rescate de la empresa.
"El día de hoy estoy dispuesto a hacer, lo que otras personas no quieren. Para que el día de mañana pueda hacer, lo que otras personas no pueden” Emilio Karam.

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