El Servicio de Administración Tributaria (SAT), sigue notificando invitaciones a los contribuyentes para que regularicen su situación fiscal, ya que el SAT, le ha determinación omisión de ingresos por depósitos en efectivo que no corresponden a lo declarado o que en muchos de los casos las personas no se encuentran dadas de alta en el Registro Federal de Contribuyentes. Acompañan a dichas invitaciones los formularios de pago respectivo para que el contribuyente acuda a pagar o bien efectué el pago en parcialidades, a decir de las autoridades fiscales estas Invitaciones no constituyen determinación de crédito fiscal alguno, ya que es solo una invitación para que el contribuyente se autocorrija antes de que la autoridad ejerza sus facultades de comprobación y determine las multas respectivas. Esta invitación constituye un acto de molestia de la autoridad administrativa, y debe de cumplir con los requisitos legales que se exigen, además la autoridad emitió requerimientos sin ningún tipo de análisis previo, simplemente a toda aquella persona que tenga depósitos y que no esté registrada o no presente declaraciones en efectivo le determino ingresos omitidos. Muchas personas se han quedado con la idea de que las autoridades fiscales no tenían capacidad para hacer estos cruces de información, hoy el SAT ha enviado más de 600,000 invitaciones a contribuyentes a los cuales les ha detectado omisión de ingresos por cruce de declaraciones y depósitos en efectivos determinando discrepancia fiscal, el SAT ha abierto también una página para todas aquellas personas que se quieran regularizar por el ejercicio fiscal del 2009, http://www.sat.gob.mx/regularizacion_isr/, se les sugiere a todas las personas que les han notificado este tipo de invitaciones no hacer tramites por si solos, deberán acudir con su contador o con su asesor fiscal, la autoridad está trabajando ya en el cruce de información del 2010, por lo que en un par de meses estará notificando omisión de ingresos por ese ejercicio.
“Que no haya ilusos... para que no existan desilusionados". Manuel Gómez Morín.